¿Sabéis? Ahora mismo me siento como una estúpida por haberte creído, por haberme creído esas mentiras disfrazadas de momentos preciosos y besos apasionados. Todos me decían que eras alguien despreciable, un putero que jugaba con las mujeres; pero yo no los creía, yo pensaba todo lo contrario, que tenían envidia de nuestro 'amor', si así se le puede llamar. Pero al fin me he quitado la venda que me tapaba los ojos, que me tapaba de la verdad y me he dado cuenta de que la gente solo quería protegerme y eras tú el malo del cuento disfrazado de príncipe azul. Los primeros días antes de salir todo era perfecto, me tratabas como a una princesa, me besabas apasionadamente todo el rato, me decías cuánto me querías cada minuto que estábamos juntos, era algo especial, perfecto. Salimos un tal ocho de junio pensé que todo iba a seguir igual, tan especial, pero día a día te fuiste apagando, no poco a poco, demasiado deprisa diría yo. Los besos no eran los mismos, eran más, no sé como explicarlo, más no se como explicarlo, insípidos, tristes, parecía que fueran besos sin importancia, besos pasajeros de una noche loca y nada más. Mi mejor amiga me dice todos los días: ¡No te enamores, te hará sufrir! No se que es lo peor, que yo sabía que me iba a suceder y yo como tonta siempre contestaba: No tranquila, no soy tan tonta como para sucederme esto. Pero perfectamente todos sabían que lo iba a hacer, pero no, no estoy enamorada, estoy ¡buf! no se como explicar esto tampoco.. estoy enganchada ati, tengo una adicción que día a día crece más. Intento dejarte, te lo juro que lo intento, pero cuando lo voy a hacer se me para el corazón, noto un escalofrío por dentro y se me ponen los pelos de punta y pienso que no debo hacerlo, cambiará, y así lo dejo pasar un día más. Pero créeme que si todo esto sigue así, sin vernos por que tú quedas con tus amigos, aunque me dices que vaya contigo sabes que yo no voy a ir, no los conozco de nada, no encajo con ellos, somos como el agua y el aceite. Pero tú decidirás que es más importante para ti, tu orgullo, tus amigos, tus tonterías o yo, aunque ya te lo pregunte miles de veces y tú siempre contestabas que yo era lo único importante de tu vida, ya lo veo cielo.