Nadie elige de quién se enamora, simplemente sucede.

Siempre las personas se hacen la típica pregunta de: ¿Por qué me tuvo que gustar a mi si es un cabrón? Uno no elige de quién se enamora simplemente sucede, uno no dice me enamoro de esta persona aquí y ahora porque me apetece, te puedes enamorar del más cabrón, putero o gilipollas del mundo pero nadie podrá cambiar eso por mucho que lo intenten, si de verdad te gusta, y la verdad es que yo estoy feliz, aunque sea el más putero, gilipollas e infantil del mundo le quiero igual y creo que si él no fuera así nunca me habría enamorado, de su sonrisa que tanto me gusta, de su pelo que aunque a veces lo lleve despeinado le queda bien igual, de sus pequeñas manos perfectas, de esos labios tan carnosos, me gusta todo de él.